Confessions of a Disaster on Wheels

Hola queridos lectores, me extrañaron? La frase dice "no digas nada, si no tienes nada bueno que decir", lo que en mi caso fue "no escribas nada, si no tienes nada bueno que escribir"; así que heme aquí lista para compartir con ustedes lo que por los últimos cinco meses ha rondado mi cabecita llena de rizos rebeldes y amiga ocasional del peróxido. Pero considero que antes de seguir compartiendo mis mas profundos secretos e ideologías con ustedes, primero deben saber quien soy; porque es muy fácil juzgar al libro por su portada - o en este caso a la "discapacitada" por su modelo de silla - así que antes de seguir desnudando mi alma con ustedes, me gustaría mostrarles quien es este "desastre sobre ruedas". Como todo buen cuento de hadas o película taquillera, esta historia empieza con un nacimiento - mi nacimiento, obviamente - y que es de un buen drama sin un giro inesperado en el tema central? Hoy en día muchos se dejan llevar por la fachada

Cuantas veces nos hemos obsesionado con un libro? Ya sea el romanticismo de un amor eterno entre un anatómicamente perfecto vampiro y una simple mortal, o la incertidumbre de saber si sobrevivirá tu personaje favorito dentro de una sociedad futurista donde la ley de Darwin es lo que rige su día a día. Ese sentimiento de "no se si vivirán felices para siempre o los acuchillaran saliendo de la regadera" es lo que nos mantiene a la orilla de nuestro asiento prendados de un montón de páginas encuadernadas, deseando que dicha historia no llegue a su fin. Así como en los libros de Shakespeare, el drama es aquella especie que nuestro cerebro produce y condimenta nuestra vida, sin importarnos las alergias que muchas veces serán resultado de la sobreexposición a este letal ingrediente.  George Bernard Shaw dijo "La juventud es una enfermedad que se cura con los años."; y aparentemente uno de los síntomas de esta implacable enfermedad es la afición por el factor drama - o en

Bien lo dijeron Ari Borovoy y su banda en los 80's "Enero; rosca de reyes cortamos, febrero; San Valentin celebramos...", pero yo me pregunto: En realidad celebramos San Valentin en pleno siglo XXI? O solo somos víctimas de la mercadotecnia, buscando una excusa mas para festejar y obtener regalos? Si una cosa es cierta, es que inevitablemente cuando pensamos en el 14 de febrero lo primero que viene a nuestra mente son los planes que haremos con nuestra pareja sentimental - cena, velas, champagne, sexy langerie - y definitivamente si no contamos con ese "especial someone" con quien compartir esta fecha tendemos a tomar una actitud totalmente anti Valentine's Day; la cual solo nos orilla a que nuestra festividad preferida de este mes sea "el día de la Candelaria" y sus respectivos tamalitos. Sin embargo, debemos recordar la esencia de esta festividad - que va mucho mas allá de ser  solo una Hallmark Holliday - por ejemplo, recordemos como celebrá

10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1.... Feliz año nuevo!!! Ya sea que hayamos recibido este 2013 en la calidez de nuestro hogar en compañía de nuestra familia, hayamos decidido pasarlo en una cabaña al calor de la chimenea y viendo las montañas nevadas por la ventana, o tal vez preferimos comer nuestras doce uvas bailando al beat de la música del momento en algún antro rodeados de nuestros amigos; este año sin duda traerá muchas cosas buenas para la mayoría de nosotros. Digo, después de todo los mayas no pudieron ser tan crueles y adelantarnos su "april's fool" en vano, no? Que tal que todo fue un plan estratégicamente creado por seres mucho mas inteligentes que todos nosotros - y cuando digo todos, literalmente me refiero a TODOS; porque no podemos negar que hasta los mas escépticos llegamos a temer por la incertidumbre de no saber a ciencia cierta si algo cambiaría después del pasado 21 de diciembre del 2012 - tal vez nuestros ancestros sabían que miles de años después de s