Cuantas veces nos hemos obsesionado con un libro? Ya sea el romanticismo de un amor eterno entre un anatómicamente perfecto vampiro y una simple mortal, o la incertidumbre de saber si sobrevivirá tu personaje favorito dentro de una sociedad futurista donde la ley de Darwin es lo que rige su día a día. Ese sentimiento de "no se si vivirán felices para siempre o los acuchillaran saliendo de la regadera" es lo que nos mantiene a la orilla de nuestro asiento prendados de un montón de páginas encuadernadas, deseando que dicha historia no llegue a su fin. Así como en los libros de Shakespeare, el drama es aquella especie que nuestro cerebro produce y condimenta nuestra vida, sin importarnos las alergias que muchas veces serán resultado de la sobreexposición a este letal ingrediente. George Bernard Shaw dijo "La juventud es una enfermedad que se cura con los años."; y aparentemente uno de los síntomas de esta implacable enfermedad es la afición por el factor drama - o en
Creyente del karma y la energía. Amante de ver la sonrisa de alguien mas al momento de alcanzar un sueño. Enamorada de la vida y sus sorpresas. Sirena reencarnada en orgullosa norteña. "Pies, para que los quiero si tengo alas para volar" -Frida Khalo