“Érase una vez una princesa del siglo XXI en edad casadera que buscaba el verdadero amor. Entonces una noche en un baile - un antro - conoció a un misterioso príncipe que le hizo creer en el amor a primera vista. Charlaron durante toda la noche mientras el alcohol les brindaba valor para coquetear sin parar, bailaron al ritmo de la música de moda - seguramente regueton o algo con David Guetta - y dentro de un mundo de personas alrededor lograron crear una burbuja donde solo existían ellos dos. Mientras charlaban vieron la chispa encenderse en sus pupilas y la conexión hacerse mas fuerte.
Desafortunadamente mientras la princesa vivía su cuento de hadas, en su castillo la esperada la reina madre quien era conocida por tener un temperamento de hielo. Llego la media noche y la madre de la princesa le envió una paloma mensajera en forma de mensaje de texto diciendo un dulce "Ven a casa ya si no quieres terminar como Rampunzel! Este castillo no es hotel!".
Ante tal amenaza la princesa decide darle un casto beso en la mejilla a su príncipe y dejarle el equivalente de la zapatilla de cristal del 2015, su whatsapp! Instantes después ya estaba ella rumbo a su castillo para evitar la furia de la reina.
Los días pasaron y las palomitas en la pantalla del celular pasaron de solitarias a dobles y de verdes a azules. Intercambiando interminables mensajes, emojis y selfies. Pasaron los días, las semanas, se agregaron a Facebook, se tweetearon y retwittearon y muchos "me gusta" fueron dados mutuamente en sus fotos de instagram.
Existía química en cada mensaje y la princesa solo esperaba que el príncipe la invitara a continuar ese primer encuentro interrumpido en el mundo real. Hasta que un día después de días de no whatsappear nuestra romántica princesa se topó en su pantalla de la computadora con la notificación que ni princesas ni plebeyas desean ver "Príncipe tiene una relación con..." y su mundo se vino abajo al darse cuenta que alguien más iba a tener el "y vivieron felices para siempre" que deseaba hubiera sido escrito para ella.”
Cuentos que no son cuentos. Creo muchos se identificarán mucho mas con mi cuento moderno que con "La Bella y la Bestia" o "La Sirenita"; porque la verdad es mucho más probable que hoy las redes sociales tengan un impacto en nuestras relaciones - o falta de ellas - a que encontremos un príncipe encantado al cual transformar con un beso o rescatemos del mar y se enamore de nosotras a primera vista.
Pero. ¿Que pasa cuando dejamos que las redes sociales lleven en control de nuestras relaciones?
Ok, he de aceptar que un emoji a veces dice más que mil palabras y que muchas veces las diferentes apps nos pueden ayudar a sentirnos más cerca de aquellos que nos interesan; especialmente cuando la distancia es nuestro peor enemigo. También he de admitir que cuando eres fácil de chivear - trate de pensar un término más intelectual para dicha palabra, pero ninguna describía a la perfección lo que uno siente al ponerse nervioso ante la persona que te interesa - es muy beneficioso poder decir lo que piensas sin enfrentar cara a cara a la otra persona, nos da oportunidad de ser más nosotros, más auténticos.
Sin embargo, por más que este blog parezca publicidad para alguna app de citas, la verdad es que las redes sociales son como el postre; un poco de ello es delicioso, pero si terminas hartándote de él sólo tendrás un dolor de estomago.
Dejamos que las redes sociales influencien tanto nuestras relaciones que olvidamos la hermosura de lo tradicional. Hemos pasado de hacer reuniones para que nuestros amigos conozcan a nuestra nueva pareja, a actualizar nuestro "relationship status" en Facebook. Los hombres han pasado de enviar flores y poemas a etiquetarnos en una frase de Pinterest en su instagram. Las llamadas que hacían te acelerará el corazón se han vuelto en whatsapps - y si te envía voice note es como ya otro nivel - y con los "whats" vienen todos los sentimientos mezclados que mueven sus palomitas verdes o azules.
Si bien es cierto que las redes sociales nos pueden unir, también es muy verdad que nos pueden distanciar. Deberíamos de dejar de tener esa necesidad de compartir cada aspecto de nuestras vidas con los demás, algunas cosas son más valiosas cuando se quedan en la intimidad de dos personas. Usemos estos utensilios de la nueva era a nuestro beneficio; para comunicarnos y no des-comunicarnos.
Mientras nosotros creamos una relación virtual alguien mas puede estar creando una relación real con la persona que nos interesa. Demostremos que nosotros dominamos a las máquinas - los celulares - y no ellas a nosotros.
Y si tu como yo eres demasiado tímido para decir lo que sientes frente a frente, usa las redes sociales y exprésate; pero siempre recuerda que nada se gana si no se arriesga.
xoxo
-F
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